Hace ya casi dos décadas, a principios de los 90′ un amigo me grabó este disco en uno de aquellos casettes vírgenes que se usaban antes y que podías adquirir por tres chavos y medio. Yo por aquel entonces viajaba musicalmente al país del rock haciendo escalas en las islas británicas, en vuelo regular, a encontrarme con los Clash y los Pistols o pretendía hacer las Américas con dos de las sensaciones del momento; los Pixies, qué bueno los Pixies, y los rallantes pero siempre estimulantes Sonic Youth, incluso solía pasarme por la tierra de los canguros para escuchar a los activistas políticos Midnight Oil. Sin embargo, no frecuentaba el rock patrio, más que nada porque no me parecía atractivo un panorama estatal en el cual no veía mucho más allá de loquillo con sus trogloditas, ahora agradezco a ese amigo que me abriese esa puerta. El disco me pareció y me parece toda una demostración de buen rock urbano, uno de los mejores de una banda que colecciona execelentes discos por doquier, todo un referente en el rock estatal de este país. Aunque es de esos discos en los que no apetece destacar un tema sobre otro, decir quizás que los dos últimos temas son los que más flojean, el resto son verdaderos cañonazos imperecederos de buen rock hecho en castellano.
Rojo
¿Quién es?
Obsesión
En el suelo
Abrir y cerrar
Bajo control
La hora del carnaval
El último vagón
Tiempos que arden
Animal caliente
Cuidado con el perro
Esta noche no es para andar por esas calles